El arzobispo de Rosario, José Luis Mollaghan, reconoció que conocía ya desde 2008 casos de abuso sexual en el colegio de Nuestra Señora de Pompeya, perteneciente a su diócesis. Por supuesto negó haber encubierto al cura acusado, sino que, prefirió no hablar del tema porque las más de 20 denuncias contra el sacerdote acusado eran "difusas". Entre los denunciantes se encuentran desde una docente, hasta una estudiante con capacidades diferentes. Además el arzobispo confesó que encargados provenientes de Roma ya revisaron el caso, pero "todo quedó ahí".
Mollaghan, reconoció que se indemnizó con 200 mil pesos a una de las supuestas víctimas de abuso sexual.
De la vereda de enfrente, por suerte, Alicia Gutiérrez, diputada provincial por Solidaridad e Igualdad (SI) manifestó: “es sorprendente cómo la jerarquía de la Iglesia rosarina mantuvo en secreto estos deplorables hechos, escandalosos al ser cometidos desde una institución que se vanagloria de administrar los valores morales de la sociedad”. En ese marco pidió la intervención de la Justicia.
El arzobispo fue citado por la Justicia rosarina pero se negó a acudir porque “eso lo deben hacer las supuestas víctimas”, negando una vez más el lamentable hecho que quedó al descubierto gracias a una jueza que actuó de oficio.
Prensa y Difusión de ALuDiS
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