Van Cawlaert, un tipo más grande que no habla de sexo
El programa televisivo CQC, llegó otra vez a Salta atraído, nuevamente, por acontecimientos del ámbito educativo. Las anteriores visitas pusieron de manifiesto a funcionarios y docentes que incurrían en manejos poco santos de bienes y fondos destinados a las escuelas. Ahora el viaje fue para poner a nivel país que esta sociedad pacata y estrecha mentalmente, se focaliza en el más allá y en el reino de lo irreal.
Que Dios exista o no, queda para el ámbito exclusivamente personal, dado que creer o no, tener religión o prescindir de ella, no coloca en ningún riesgo físico o mental al ser humano. Nadie ha muerto por ateo, por desconocer a Dios uno y trino, o no saberse los preceptos eclesiásticos. Que haya un consuelo espiritual para quien lo busca, no es materia de discusión.
Ahora pensemos en las complicaciones que acarrea la ignorancia. Si una mujer ignora que los bebés deben ser alimentados con leche materna puede provocar la muerte del niño. Si no sabe que el recién nacido con cuadro febril, corre riesgo su vida y por eso debe llevarlo al médico, también es un hecho que reviste importancia.
Un joven que no sepa las consecuencias de las relaciones sexuales sin profilaxis, es en potencial, una víctima segura del HIV, de la sífilis, la gonorrea u otras enfermedades por el estilo. El precio de la ignorancia y el desconocimiento, sobre nuestro cuerpo y nuestro hábitat, va en contra de nuestras propias vidas.
Con lo sucedido en la encuesta antojadiza de la productora 4 Cabezas a jóvenes estudiantes locales, se demostró que el prejuicio domina un ministerio que hasta administrativamente retornó a los problemas de cuando estaba dividida la estructura entre Consejo Gral. de Educación y Ministerio Provincial, la realidad anterior al año ’95, quizá la única realidad que conozca quien dirige la cartera.
Lo malo en sí de los pacatos y estrechos de mente es que en puestos dirigentes contaminan con el ocultismo a todos los demás seres humanos.
El reclamo por la educación religiosa no es fanatismo, como sí lo es el sostener que el catolicismo es el credo de la mayoría o que marchar detrás de las imágenes de yeso, nos convertirá en mejores gobernantes o ciudadanos.
El programa televisivo CQC, llegó otra vez a Salta atraído, nuevamente, por acontecimientos del ámbito educativo. Las anteriores visitas pusieron de manifiesto a funcionarios y docentes que incurrían en manejos poco santos de bienes y fondos destinados a las escuelas. Ahora el viaje fue para poner a nivel país que esta sociedad pacata y estrecha mentalmente, se focaliza en el más allá y en el reino de lo irreal.
Que Dios exista o no, queda para el ámbito exclusivamente personal, dado que creer o no, tener religión o prescindir de ella, no coloca en ningún riesgo físico o mental al ser humano. Nadie ha muerto por ateo, por desconocer a Dios uno y trino, o no saberse los preceptos eclesiásticos. Que haya un consuelo espiritual para quien lo busca, no es materia de discusión.
Ahora pensemos en las complicaciones que acarrea la ignorancia. Si una mujer ignora que los bebés deben ser alimentados con leche materna puede provocar la muerte del niño. Si no sabe que el recién nacido con cuadro febril, corre riesgo su vida y por eso debe llevarlo al médico, también es un hecho que reviste importancia.
Un joven que no sepa las consecuencias de las relaciones sexuales sin profilaxis, es en potencial, una víctima segura del HIV, de la sífilis, la gonorrea u otras enfermedades por el estilo. El precio de la ignorancia y el desconocimiento, sobre nuestro cuerpo y nuestro hábitat, va en contra de nuestras propias vidas.
Con lo sucedido en la encuesta antojadiza de la productora 4 Cabezas a jóvenes estudiantes locales, se demostró que el prejuicio domina un ministerio que hasta administrativamente retornó a los problemas de cuando estaba dividida la estructura entre Consejo Gral. de Educación y Ministerio Provincial, la realidad anterior al año ’95, quizá la única realidad que conozca quien dirige la cartera.
Lo malo en sí de los pacatos y estrechos de mente es que en puestos dirigentes contaminan con el ocultismo a todos los demás seres humanos.
El reclamo por la educación religiosa no es fanatismo, como sí lo es el sostener que el catolicismo es el credo de la mayoría o que marchar detrás de las imágenes de yeso, nos convertirá en mejores gobernantes o ciudadanos.
Un mundo humano
El mundo de lo concreto está habitado por: enfermos, desnutridos, abandonados, desocupados, violentos y muchas personas que también coexisten con sus vidas ejemplares y simples: los que trabajan, los que cuidan, los que aman, los que pese a la pobreza, igual pelean por una mejor calidad de vida.
Si para los males sociales, Dios hubiera sido la solución, indudablemente hace 2010 años este mundo sería el paraíso.
Ninguno de nosotros tiene plazos fijos en el más allá, o acumula una serie de bonos de cancelación de deudas aquí para la campaña del otro mundo.
Evadirnos de lo que verdaderamente somos, nos coloca en el espacio del pensamiento salvaje y totémico, donde el ser humano en su estado tribal, adora y proyecta superioridad en ese pedazo de piedra que llama Dios.
Aquí está lo verdadero lo que se ve y lo que se palpa. Los adolescentes descubriendo el sexo con internet como fuente de información, la calle como lugar de consulta y sus pares como referentes de vida.
Así quedó demostrado cuando, el periodista del mencionado programa porteño, Diego Iglesias, conversaba con los alumnos que fueron descalificados públicamente por el ministro del área.
Iglesias le preguntó a un grupo de estudiantes salteños: ¿Sientes que tienen la suficiente formación en materia de educación sexual?
Alumna 4: Nos falta. Nos falta bastante.
Alumna 5: Estaría bueno, porque como viene la cosa hoy en día, me parece que estaría muy bueno.
Docente: Los chicos hoy lo piden, o sea, los jóvenes hoy estamos viendo problemas de chicas de 11 y 12 años que empiezan a tener relaciones y nos saben ni cómo cuidarse, ni conocen su cuerpo, ni entienden mucho este tema tan especial.
Vecina: Cuando nosotros éramos chicos ignorábamos muchísimo. A nosotros nos decían que la cigüeña nos traía los hijos. No sabíamos absolutamente nada y por eso muchas chicas de 18 años, 15, 13 se embarazaban.
Iglesias: ¿Cuándo era adolescente que dudas recuerda que tenía con respecto a la sexualidad y que no tenía a quien preguntársela?
Vecina 2: El famoso, los días que uno podía quedar embarazada. Hasta el día de hoy nunca pude aprender, pero he sido muy fértil.
Iglesias: ¿Qué anticonceptivos conocen?
Alumna 6: Ninguno.
Alumna 7: Preservativo.
Alumno: Pastillas.
Alumna 8: Pastilla del día después.
Sostener al monaguillo
Que el gobierno mantenga y defienda las permanentes presiones eclesiásticas es algo reprochable, pero que la Iglesia siga siendo quien dirige el Ministerio de Educación es aún más indignante.
Es una trinchera con sotana esa área gubernamental que sirve para delinear gran parte del poder cultural que el catolicismo, necesita en Argentina para que el Estado siga manteniendo los negocios de los religiosos, a costa del hambre de los pobres sobre los que teorizan teologalmente de un modo hipócrita, este sector vinculado aún a delitos como: la pedofilia, la tortura y desaparición de personas y por supuesto, el abuso.
Juan Manuel Urtubey, fue quien ante el mismo reportero y la misma cámara televisiva reconoció: “En la curricula está, evidentemente se tiene que dar. Lo que hay que ver es si bueno, si no hay registro en los chicos, si no se da es porque se está haciendo mal, habrá que hacerlo mejor.
Iglesias: ¿Por qué se puede enseñar religión católica a contramano de lo que ocurre en todo el país y no se puede enseñar educación sexual como se de en las escuelas?
Urtubey: La Constitución de la provincia establece que los colegios tienen la obligación de dar religión, no católica, la ley no habla de católica.
Iglesias: Pero se da católica de hecho, Gobernador.
Urtubey: Y porque en definitiva no hay pedido de… pero lo objetivo es que eso lo marca la Constitución.
Iglesias: Ya pasaron cuatro años de que se sancionó la ley, que fue en octubre de 2006. Yo digo, ahora que usted está a cargo del poder ejecutivo y que el ministro de educación lo designa usted, fíjese que el cumpla con la ley.
Urtubey: Hay cosas, estoy de acuerdo. Aparte una cuestión de sentido común, estamos en el siglo XXI, es absurdo discutir estas cosas.
Iglesias: La verdad es que estoy completamente de acuerdo con usted, el que parece que no está de acuerdo es el ministro de educación así que me parece que va a tener que hablarlo.
Urtubey: No, si yo hablo con él. Lo que pasa es que por ahí es un tipo más grande, tiene formas de hablar distinto”.
Que el gobierno mantenga y defienda las permanentes presiones eclesiásticas es algo reprochable, pero que la Iglesia siga siendo quien dirige el Ministerio de Educación es aún más indignante.
Es una trinchera con sotana esa área gubernamental que sirve para delinear gran parte del poder cultural que el catolicismo, necesita en Argentina para que el Estado siga manteniendo los negocios de los religiosos, a costa del hambre de los pobres sobre los que teorizan teologalmente de un modo hipócrita, este sector vinculado aún a delitos como: la pedofilia, la tortura y desaparición de personas y por supuesto, el abuso.
Juan Manuel Urtubey, fue quien ante el mismo reportero y la misma cámara televisiva reconoció: “En la curricula está, evidentemente se tiene que dar. Lo que hay que ver es si bueno, si no hay registro en los chicos, si no se da es porque se está haciendo mal, habrá que hacerlo mejor.
Iglesias: ¿Por qué se puede enseñar religión católica a contramano de lo que ocurre en todo el país y no se puede enseñar educación sexual como se de en las escuelas?
Urtubey: La Constitución de la provincia establece que los colegios tienen la obligación de dar religión, no católica, la ley no habla de católica.
Iglesias: Pero se da católica de hecho, Gobernador.
Urtubey: Y porque en definitiva no hay pedido de… pero lo objetivo es que eso lo marca la Constitución.
Iglesias: Ya pasaron cuatro años de que se sancionó la ley, que fue en octubre de 2006. Yo digo, ahora que usted está a cargo del poder ejecutivo y que el ministro de educación lo designa usted, fíjese que el cumpla con la ley.
Urtubey: Hay cosas, estoy de acuerdo. Aparte una cuestión de sentido común, estamos en el siglo XXI, es absurdo discutir estas cosas.
Iglesias: La verdad es que estoy completamente de acuerdo con usted, el que parece que no está de acuerdo es el ministro de educación así que me parece que va a tener que hablarlo.
Urtubey: No, si yo hablo con él. Lo que pasa es que por ahí es un tipo más grande, tiene formas de hablar distinto”.
Por cortesía de: EL CRONISTA.
Gracias a Alejandra Paredes de Navarro (autora).
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