Por Gabriela Veleizán (Presidenta de Asociación en Lucha por la Diversidad Sexual)
Tenemos una hermosa plaza central, sus alrededores preparados para recibir a todas las personas que vienen de otros lugares; "Salta, la linda", dice por todos lados, y hasta nosotros nos sentimos orgullosXs de eso y lo pregonamos a donde vamos.
La noche del 12 de agosto, en la ciudad de Güemes una gran cantidad de familias pudieron ver que Salta de linda, tiene muy poco. Era otra noche cualquiera, en el calor de un hogar ya alistandose para dormir cuando la policia irrumpió el terreno, lXs maltrató y arrojó a la calle. Costumbre esta de nuestra maldita policia, que no reconoce entre hombres maduros, mujeres, niñas, abuelos y bebés, todos son iguales, todos son seres inferiores. A pesar del violento accionar policial aquellas familias se restieron lo más que pudieron, pero al fin, las armas que carga el diablo hicieron sentir el miedo, pues era su vida o su casa.
Pero no miremos esto, volvamos a "la realidad", no olvidemos que Salta es la provincia más linda, y estas cosas no suceden. No, no podemos. Si el gobernador, Juan Manuel Urtubey, que esta pensando en postularse para las próximas elecciones, es el mismo que manda a reprimir a niños y mujeres en Güemes porque a falta de un hogar, no les quedó otra que acentarse en terrenos privados, bien rentables para los amigos del gobernador salteño, seguramente.
Demás esta denunciar que esto no salió en ningún diario, ni grande ni chiquito, mucho menos un noticiero conducido por conductores que están allí desde que la TV era en blanco y negro; nadie salió a decir que esto es producto de una falta de políticas de Estado, pertinentes, serias, de viviendas y financiación de las mismas.
El viernes 13 de agosto, las madres de aquellas familias desalojadas reclamaban frente al Instituto de la Vivienda, ubicado sobre avenida Belgrano, mientras que a media cuadra nos encontrabamos muchos, en un momento histórico, feliz, se casaba la primer pareja homosexual salteña, Ana y Mirta. De este lado, en el Registro Civil no se podía ni caminar con la cantidad de periodistas y curiosos que se hicieron presentes en el lugar. Una vez que terminó la celebración no quedó nadie, y el reclamo que estaba a unos cuantos metros de nosotros, nunca fue escuchado, ni siquiera por nosotros que queremos una sociedad más justa, mucho menos por quienes realmente debería haber sido escuchado.
Este fenómeno social que nuestros gobernantes llaman: usurpación de terrenos privados, para nosotros son hombres, niños, mujeres, abuelXs, niñas, bebés, cientos de familias que no tienen un techo que lXs abrigue, que luchan todos los días por tener un poco de comida sobre la mesa para poder engañar el estómago, esto es la realidad, esto existe.
Y pasan los gobiernos por Salta, uno tras otro, uno peor que el otro, sin escuchar a los ciudadanos, sin solucionar las graves falencias que existen en cuestiones sanitarias, ambientales, de planificación familiar, de vivienda, trabajo, etc... Claro, para Urtubey y sus secuaces nada de esto existe en nuestra Salta la linda, que ahora quiere ser la hermosa, para nosotros es, Salta la injusta, la discriminadora, la que se olvida del interior...
Tomemos de un vez por todas conciencia y participemos en reclamos donde se pide justicia. No miremos a otro lado, como lo hicieron aquel 13 de agosto los medios de comunicación locales y los gobiernos. La única forma de que hagamos de nuestra provincia un hermoso lugar para vivir es que nos comprometamos en que queremos una vida más digna para el que está en una situación de exclusión. Debemos ser fuertes, unirnos y luchar por un mundo mejor, porque en definitiva las utopias son sólo aquello que todavía no hemos logrado.
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