sábado, 24 de abril de 2010

Nadie quiere tu opinión


En los últimos meses casi todos los periódicos que tienen su versión en la web en la sección Encuestas recurrentemente plantean la consigna: ¿Estás de acuerdo con el matrimonio entre personas del mismo sexo? La mayoría de los lectores va por el NO. Ahora yo me pregunto... ¿Es necesario esto? Porque de ninguna forma creo que sea inocente, es decir, qué carajo importa lo que diga un tercero ante dos personas que se aman y están peleando porque se les reconozca los mismos derechos a los que acceden los heterosexuales con el matrimonio.
Estoy seguro que al momento de "inventarse" el matrimonio, como institución, no se le preguntó a nadie nada, pues era algo "natural" el hecho de que un hombre y una mujer se quisieran casar. Digo... No me imagino que un loco caminaba por la calle preguntando a las personas de por aquella época: ¿Estas de acuerdo con el matrimonio entre personas de distinto sexo?
¿Y por qué ahora si? A quién le importa su opinión, ¿a los políticos? ¿a los je(garcas)rarcas de la religión cristiana? ¿al dueño del medio de comunicación? ¿a los que se quieren casar? ¿a los que estan en contra del matrimonio? Bien, los políticos hablan del consenso social que es necesario para sancionar una ley, un paso que es imposible eludir, porque en definitiva, en cuestiones "tan delicadas" como ésta, siempre hay que tener en cuenta lo que quiere la gente; los je(garcas)rarcas de la religión lo único que hacen es dar manotazos de ahogado y ya no saben a qué argumento recurrir; al dueño del medio... Me resulta muy complicado que le interese el tema, en realidad, lo que le importa es saber si sus lectores son tan o más homofóbicos como él para publicar o dejar de publicar noticias relacionadas a la diversidad sexual; a los que se quieren casar me parece que no, en definitiva son ellos los que quieren el matrimonio, los de afuera son de palo; y los que dicen que no son de ninguna religión pero igual se manifiestan en contra, para qué quieren saber si la gente está o no de acuerdo con este tema, si tampoco dejarán de ser tan determinantes.
En fin, sólo sé que al momento de decidir casarse mis viejos no le preguntaron a nadie, ni siquiera a sus padres, por qué yo, en el caso de que quisiera casarme, tengo que tener en cuenta lo que piensan personas que ni conozco, que jamás voy a conocer, ¿qué derechos tienen ellos sobre mi vida? ¿qué derechos tienen los que en estas encuestas responden que no están de acuerdo con el matrimonio a limitar mi felicidad? ¿qué derechos tienen? Tienen por ejemplo, un derecho que yo no tengo, porque hoy yo no puedo decidir si me quiero casar o no, sólo puedo decir que no puedo.

Rodrigo Teves
Prensa y Difusión de ALuDiS

1 comentario:

silvana dijo...

muy bueno rodri :)