ALuDiS DENUNCIA a Victor Hugo Claros (Rector de la UNSa)
La bandera de seis matices horizontales, se hizo visible en la U.N.S.A. y tuvo consecuencias.
Discriminación Pública en Salta
El lunes 25 de abril del corriente año A.Lu.Dis., arribo a las inmediaciones de la Universidad Nacional de Salta, con motivo de promocionar un Cine-Debate denominado “Cine para no discriminar” a desarrollarse el 4 de mayo en las mismas, y levantar firmas en apoyo a la Ley de Identidad de Género.
Los integrantes encargados de llevar a cabo esta actividad montamos un puestito en la entrada principal frente al mural; homenaje por la memoria y la justicia, lugar en el que teníamos entendido era público y de libre expresión. En unos humildes banquitos extendimos en forma de mantel la bandera de diversos colores, sobre la cual colocamos distintos folletos con información relacionada; entre ellos invitaciones al cine-debate y las planillas para recolectar firmas.
Los primeros diez minutos estuvimos tranquilos a pesar de la reticente actitud de algunos estudiantes, el ambiente conservador e indiferente se disipaba en algunas ocasiones, cuando personas amables se acercaban a firmar o pedir información.
Entonces comenzó la persecución. Primero se acerco un guardia, nos pregunto si teníamos permiso para estar allí, advertidos de que esto pudiera pasar, teniendo en cuenta la postura del actual Rector de la U.N.S.A. sobre la diversidad sexual, acudimos al Centro de Estudiantes de la Facultad de Humanidades para que nos asesoren.
Los chicos del centro nos confirmaron que podíamos permanecer allí, ya que se trataba de un área pública y por lo tanto de libre expresión.
Pero el guardia, regresaba una y otra vez a indagar, quienes éramos y quien nos había autorizado para estar en el lugar. Este se quedaba a escuchar nuestras conversaciones y anotaba nuestros nombres en una libretita. Una situación nada cómoda.
Finalmente regreso y nos dijo que por orden del Rector, Victor Hugo Claros, debíamos retirarnos. Antes de darnos por vencido dimos aviso de lo ocurrido al presidente del Centro de Estudiante de Humanidades, quien junto a un representante nuestro, se presentaron en las oficinas del rectorado a exigir se respete el derecho de permanecer en el sitio.
Pero el rector no los pudo atender porque estaba ocupado y el Secretario General tras un intercambio de opiniones, nos dio permiso para que nos quedemos, cosa ridícula y graciosa pues vuelvo a repetir el lugar es público, donde todas las agrupaciones no necesitan autorización alguna para expresarse, bueno casi todas, a acepción de aquellas que se identifican con una bandera de seis colores, luchan por la diversidad sexual y la igualdad de derechos para todas y todos.
¿Si esto no es discriminación y homofobia que es?
Después de esta experiencia, creo comprender porque las personas L.G.B.T. (tanto alumnos como profesores) que asisten a la U.N.S.A. tienen terror de visibilizarse, con tanta persecución, atropello y violencia quién no, hasta negaría ser lo que es.
PAOLA ROYANO
PRENSA Y DIFUCION
ALUDIS
Discriminación Pública en Salta
El lunes 25 de abril del corriente año A.Lu.Dis., arribo a las inmediaciones de la Universidad Nacional de Salta, con motivo de promocionar un Cine-Debate denominado “Cine para no discriminar” a desarrollarse el 4 de mayo en las mismas, y levantar firmas en apoyo a la Ley de Identidad de Género.
Los integrantes encargados de llevar a cabo esta actividad montamos un puestito en la entrada principal frente al mural; homenaje por la memoria y la justicia, lugar en el que teníamos entendido era público y de libre expresión. En unos humildes banquitos extendimos en forma de mantel la bandera de diversos colores, sobre la cual colocamos distintos folletos con información relacionada; entre ellos invitaciones al cine-debate y las planillas para recolectar firmas.
Los primeros diez minutos estuvimos tranquilos a pesar de la reticente actitud de algunos estudiantes, el ambiente conservador e indiferente se disipaba en algunas ocasiones, cuando personas amables se acercaban a firmar o pedir información.
Entonces comenzó la persecución. Primero se acerco un guardia, nos pregunto si teníamos permiso para estar allí, advertidos de que esto pudiera pasar, teniendo en cuenta la postura del actual Rector de la U.N.S.A. sobre la diversidad sexual, acudimos al Centro de Estudiantes de la Facultad de Humanidades para que nos asesoren.
Los chicos del centro nos confirmaron que podíamos permanecer allí, ya que se trataba de un área pública y por lo tanto de libre expresión.
Pero el guardia, regresaba una y otra vez a indagar, quienes éramos y quien nos había autorizado para estar en el lugar. Este se quedaba a escuchar nuestras conversaciones y anotaba nuestros nombres en una libretita. Una situación nada cómoda.
Finalmente regreso y nos dijo que por orden del Rector, Victor Hugo Claros, debíamos retirarnos. Antes de darnos por vencido dimos aviso de lo ocurrido al presidente del Centro de Estudiante de Humanidades, quien junto a un representante nuestro, se presentaron en las oficinas del rectorado a exigir se respete el derecho de permanecer en el sitio.
Pero el rector no los pudo atender porque estaba ocupado y el Secretario General tras un intercambio de opiniones, nos dio permiso para que nos quedemos, cosa ridícula y graciosa pues vuelvo a repetir el lugar es público, donde todas las agrupaciones no necesitan autorización alguna para expresarse, bueno casi todas, a acepción de aquellas que se identifican con una bandera de seis colores, luchan por la diversidad sexual y la igualdad de derechos para todas y todos.
¿Si esto no es discriminación y homofobia que es?
Después de esta experiencia, creo comprender porque las personas L.G.B.T. (tanto alumnos como profesores) que asisten a la U.N.S.A. tienen terror de visibilizarse, con tanta persecución, atropello y violencia quién no, hasta negaría ser lo que es.
PAOLA ROYANO
PRENSA Y DIFUCION
ALUDIS