sábado, 29 de enero de 2011

Iglesia y Estado: el divorcio más necesario


Latinoamérica ha sido, y sigue siendo aún hoy, la región en donde el adoctrinamiento religioso devenido por la colonización ha tenido más injerencia en cuanto a lo social, lo político y lo cultural. El cristianismo desde el principio de la conformación de los Estados fue amoldándose a cada área de esta parte del continente, tomando así por ejemplo la figura del indio representado por San Diego, un originario al cual se le apareció la Virgen de Guadalupe manifestándole que convierta al catolicismo a todas las almas paganas que adoraban a otros dioses en las tierras mexicanas; o por Bolivia en donde la Virgen del Socavón es adorada por los mineros que representan un gran porcentaje de la población, y convive esta devoción tranquilamente con otras figuras no muy santas; y así podríamos seguir rescatando ejemplos de cómo y de qué forma el cristianismo fue impregnando estas tierras mostrándose como La religión, desterrando toda aquella “creencia” que intentase desestabilizar el poder conseguido.
Contextualizado así el caso argentino sigue dando que hablar en el mundo entero, en donde el sistema jurídico avanza un paso y se retrocede diez. La enseñanza obligatoria de la religión católica en el sistema público de educación es un claro ejemplo de cómo se imbrica el dogma con un derecho público (de todos) como lo es la educación. Una de las provincias en donde la voz de la jerarquía católica tiene más peso es Salta, una provincia fundada sobre dos pilares: el agrario, representado en la figura del gaucho (propietario, machista y creyente) y el religioso. Salta sancionó a fuerza de ley la impartición de la religión católica en las escuelas, y siguen este camino las provincias de Córdoba y Tucumán, sólo por nombrar aquellas en donde hay proyectos oficialmente presentados.


¿Qué tiene de malo que se enseñe religión en las escuelas?

Responder esta pregunta puede ser tan simple como decir: a la escuela a estudiar, a la Iglesia a rezar. Pero la respuesta es aún más profunda, la escuela considerada como un derecho público al cual todas las personas deben tener acceso no debe profesar ninguna religión, si es necesario educar en valores para eso está la norma universal que imparte preceptos universales regidos por el conocimiento científico-laico. A estas alturas sería ilógico plantear revolucionar la religión católica, esta mantuvo, mantiene y mantendrá su pensamiento unidireccional tal como lo ha hecho hasta ahora ¿Sería peligroso que un niño pueda formar un pensamiento crítico-reflexivo y pueda tener varias perspectivas acerca de un mismo tema? Para ser él, al fin y al cabo, quien piense de determinada manera respecto a esa temática.
Ahora, que la gente vaya a la iglesia no es un problema, que las personas adoren a determinadas figuras tampoco lo es, el conflicto se plantea cuando desde la jerarquía eclesiástica se obliga a la base (los cristianos simples y corrientes) a tener determinada idea acerca del propio cuerpo, la familia, en fin, del mundo; y lo peor cuando intenta reflejar este pensamiento dogmático en leyes que son públicas, por las cuales nos debemos regir todos: ateos y creyentes, ricos y pobres, negros y blancos, homosexuales y heterosexuales, gordos y flacos, etc.

La ideología humanista-racional es la que reclama la separación del Estado y la Iglesia, en un país como Argentina en donde la Corte Suprema de Justicia en vez de fallar de acuerdo al derecho cívico emite fallos regidos por el derecho canónico; en donde se hacen declaraciones tales como “Es diez mil veces peor violar la fe que violar a una hija”, por mencionar alguno de los últimos disparates emitidos por algún que otro curita desprevenido, y bastante depravado; en donde la Iglesia invierte miles y miles de pesos en hacer campañas en contra de la igualdad de derechos; y todavía se mantiene en silencio respecto a los crímenes de lesa humanidad cometidos en la última dictadura; en donde lo único que declaran los referentes del catolicismo respecto a los miles de casos de pedofilia que salen a luz es que son un ataque a la institución, etc.

¿Por qué es necesario este divorcio?

Este divorcio es necesario y urgente para que no se sigan fomentando desde el Estado principios discriminadores y excluyentes que no hacen más que propagar el odio, la xenofobia, la homofobia, el racismo, la violencia hacia otros credos que no son el hegemónico. Es urgente porque mientras nosotros debatimos entre lo que está bien y lo que está mal en Argentina, al año 2011 siguen produciéndose crímenes de odio; embarazos precoces; muertes adolescentes por abortos clandestinos; en la escuela se le enseña a los chicos que el único modelo de familia es el de un papá y una mamá; cuando la libertad de culto es violentada; mientras hay representantes de la Iglesia que gozan de libertad cuando deberían estar presos por violadores; mientras los detractores de la igualdad siguen negándose a declarar ante la justicia, y lo peor es que están amparados por ésta.
Hoy los medios de comunicación en Argentina reflejan una población aterrorizada por la inseguridad, confundida por los discursos de algún que otro político facho, aturdida por el exceso de información pide menos Derechos Humanos y penas más duras, bandera que porta gran parte de la derecha ultra-conservadora argentina amparada por la jerarquía eclesiástica.
Es importante destacar la idea de inclusión, que quiere decir algo para todos y todas. Es necesario que se legisle para cada ciudadano bregando por la igualdad, la justicia y la paz social, que sólo se conseguirá si se logra disociar el Estado del pensamiento dogmático representado por la Iglesia, también planteando la necesidad de resguardar esta institución, es decir, tampoco atacarla, y el que quiera creer que crea, pero que practique su credo en su respectivo templo. No es saludable para una sociedad que se precie de avanzar seguir reproduciendo un discurso hetero-normativo que no hace más que contaminar las mentes impidiendo el progreso, coartando las libertades y plasmándose en leyes que reitero una vez más, son para todos.

¿Qué pedimos?

Pedimos un Estado laico, inclusivo y con justicia social. Estamos convencidos que la educación debe ser laica, pública y gratuita. Rechazamos todos aquellos intentos que se están dando en otros países llamados “del primer mundo” y en el nuestro por legitimar la discriminación. Lo muestra el caso español, en Francia, en Italia, en Estados Unidos, en donde la xenofobia está haciendo estragos, destruyendo los sueños de millones y millones de inmigrantes que partieron de sus tierras en busca de un futuro próspero pero que se encuentran con el odio. También en medio oriente en donde el adulterio o la homosexualidad aún se castigan con la pena de muerte, en donde la mujer debe caminar cuatro pasos atrás del hombre. La situación es grave y requiere una urgente respuesta, para la que hace falta voluntad política y remarcar esto importante, denunciar que hay políticos que se sostienen en el poder gracias al “trabajo” que hacen ciertas autoridades religiosas con los creyentes. Retomando el caso salteño en el cual el Monseñor Mario Cargnello hace explícito, en cada oportunidad que tiene, su compromiso con los legisladores que discriminan y se ofrece a ayudarlos en las próximas elecciones desde los templos. Por eso separar la religión de lo público debe ser una causa de todos y todas. Que se cumplan con principios universales tales como el respeto, la educación científica y laica, la igualdad, es un fin que todos y todas debemos alcanzar.

Rodrigo Teves
Prensa y Difusión de ALuDiS

sábado, 15 de enero de 2011

CHICAS ARRIBA!!!


CAMPEONATO DE FUTBOL FEMENINO

BABY FUTBOL

LOS INVITAMOS A UN PARTIDO GRATUITO CON EL FIN DE LA INTEGRACION DE LOS JOVENES DE TODOS LOS GENEROS

HOY NOS REUIMOS A HS 17:30 EN EL UENTE BLANCO DEL PARQUE SAN MARTIN

NOS VAMOS A DIVERTIR

NO FALTES!!!

Organiza Area de Cultura y Recreación de A.Lu.Di.S